El ensayo por partículas magnéticas, también conocido como fluxado, es un método de ensayo superficial de materiales no destructivo en el que los defectos de la superficie del material se visualizan con ayuda de un campo magnético.
Las ventajas de la inspección por partículas magnéticas
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En los ensayos con partículas magnéticas, un componente ferromagnético se magnetiza con la ayuda de campos magnéticos generados, en su mayoría, artificialmente. Durante la magnetización, el componente se lava simultáneamente con un medio de prueba. El polvo magnético del medio de prueba se acumula en los defectos superficiales abiertos a la superficie.
Debido al contraste de color entre el polvo magnético y la superficie del componente, los defectos superficiales se hacen visibles y pueden documentarse. Los expertos lo consideran un método muy fiable. En el caso de piezas de gran tamaño en las que no es posible la magnetización completa, sólo se magnetiza la zona parcial que debe inspeccionarse.
Existen dos métodos básicos para la detección de grietas por partículas magnéticas: puede realizarse a la luz del día o en la oscuridad, utilizando equipos de ensayo fluorescentes.
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